Si
te dicen, vamos a ver un bosque de Sequoias, rápidamente tu mente viaja
a California...pero no hace falta, sólo hay que ir a Cantabria, más
concretamente a Cabezón de la Sal.
El día que fuimos a verlo había llovido, y aunque era Semana Santa, no había nadie.
Silencio absoluto en una inmesidad que te deja sorprendido.
En
el norte, de la misma manera que estamos aconstumbrados al mar, también
lo estamos a ver monte, pero este bosque surge de la nada, no lo
esperas....está.
Tengo
que señalar que no se aprecia el tamaño de las sequoias, merece la pena
que vayáis a verlo.
Es un buen plan para sorprender, no creéis?
Es un buen plan para sorprender, no creéis?
contacto: nlorenzofotografia@gmail.com
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